Es increíble cómo puede romperse un sueño. Cómo lo que ayer
amaste, hoy odias. Cómo ayer estabas en una nube, y hoy estás bajo tierra.
Increíble es ver como unas pocas palabras son capaces de destrozar una vida…
llena de sueños, ahora rotos. Intentas una y otra vez olvidar, pasar página,
como el otro ha hecho ya, pero te ves incapaz de hacerlo. Te ves incapaz de
dejar totalmente atrás todo eso que hoy añoras, que solo tú añoras. Porque hay
pocas cosas peores que ser la única persona que sufre, que él siga tan feliz,
mientras tú no eres capaz de pensar en un solo recuerdo sin sufrir melancolía.
Hay pocas cosas peores que el que olvidar se haga tan difícil, que para ti sea
un verdadero mundo… cuando él ya lo ha olvidado todo, sin ningún tipo de
esfuerzo ni dolor. Y es que es muy duro ver que todo fue una mentira. Una gran
y estúpida mentira. Una mentira de la que tú fuiste el centro, que fue planeada
fríamente para hacerte daño, para que cuando más grande era la pompa de tu
chicle, él vaya y te la explote. Y todo esto te hace sentir impotente, débil,
te dices a ti misma que eres una estúpida por no poder olvidar sin dolor. Y a
la vez sientes rabia, frustración, por haber perdido todo ese tiempo por una
simple, pero a la vez compleja mentira. Pero es que, cuando te pones a pensar, darías
lo que fuera porque eso fuera real, y que fuera ahora mismo. En realidad echas
de menos tanta ilusión, tantos sueños, tantas emociones a la vez… que te mata
pensar que a él no le importa nada de eso, y tú, menos. Que todas esas
promesas, confianzas, se vayan a ninguna parte, desaparezcan de su vida, porque
de la tuya sabes que nunca se irán. Y que para él haya sido tan fácil… no tiene
explicación, a ti te cuesta la vida olvidar todos esos sentimientos y
emociones, todas esas promesas y palabras, porque tú realmente las hiciste tuyas,
las creíste, como una más. Sea como sea, tu corazón está roto, ahora hace falta
alguien que quiera recoger cada uno de esos cachitos y recomponerlos de nuevo,
sin mentiras, para siempre.
By: Coral.